EL FEMINICIDIO DEBE LLAMARSE POR SU NOMBRE | Roxana Potes
“Sorda de tantos aullidos solo queda
esperar esta larga cola que no termina en forma de droga paralela y dura, ¿a
quién le tocará luego? Quiero ser la última”
Fiorella Terrazas.
El feminicidio ha silenciado para siempre el presente y el
futuro de millones de mujeres en el mundo, convirtiéndolas en una noticia
mediática de fácil olvido. Sin
embargo, es valioso que hoy pueda
nombrarse, que no se esconda
con denominaciones inofensivas, un delito que ha
acabado con las voces de quienes no pudieron ser escuchadas. Anteriormente, los hombres tenían
la potestad de matar a las mujeres para limpiar su “honor”, es decir, que
derramar sangre era sinónimo de pulcritud. Las féminas figuraban en la historia
como las “provocadoras”, mientras que las conductas dañinas de la población masculina se encontraban justificadas en la “irracionalidad” que concede el amor. Por ello, la importancia
de no utilizar eufemismos y llamar a los delitos por su nombre.
Es innegable que en la sociedad existe una gran desigualdad
entre hombres y mujeres, en consecuencia, se estipulan
unas formas de ser, que no permiten el desarrollo integral
de éstas, porque han sido
pensadas para la satisfacción de los otros. Pensar el cuerpo femenino como un
espacio de colonización y poder, no es una actitud exclusiva de los conflictos bélicos, dicha actitud
se extiende en los discursos, y todo lo que se consume de manera cotidiana, contribuyendo a que la cosificación sea
algo natural y no un problema social que se debe atender con urgencia para
evitar el crecimiento exponencial de muertes por feminicidio.
Según el boletín anual del Observatorio Feminicidios
Colombia, bajo la consigna “viva nos
queremos” en el 2020 se registraron 630 feminicidios. Por su parte,
la Fiscalía General
de la Nación señaló que, en los primeros meses del 2021 se han
registrado 37 feminicidios incrementándose en un 8,8% al compararlas con el
mismo período del año anterior.
Lo anterior solo enciende las alarmas y deja entrever que las políticas públicas en pro de la protección de las mujeres siguen siendo ineficaces, que las campañas de concientización se quedan cortas, evidenciándose una involución como sociedad, en la cual el respeto por la vida de la mitad de la población es casi inexistente.
Roxana Potes
Excelente texto👏🏾 que presenta una triste realidad pero que el conocerla permite contribuir a romper silencios y ojalá la impunidad.
ResponderBorrarMe parece de lo mejor la manera en que nos abres los ojos, solo una cosa.
ResponderBorrar¿Como crees que terminará?
Excelente, como sabemos ésta ha sido una lucha de décadas, donde la mujer han sido víctimas de ideologías patriarcales, por lo tanto debemos seguir luchando por nuestros derechos así como lo han venido haciendo mujeres en tiempo atrás. La idea es unir nuestras fuerzas y continuar por una igualdad de género.
ResponderBorrarExcelente ❤️
ResponderBorrarExcelente rous 😍😍
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